En 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador publicó un decreto en el que prohíbe el maíz transgénico. Sin embargo, cada año nuestro país importa más de 16 millones de toneladas de esta especie.
México lleva casi cuatro décadas importando maíz amarillo genéticamente modificado. Pero para 2024 pondrá en vigor esta norma. ¿Cómo lo logrará?
El año pasado, el consumo de maíz a nivel nacional fue de 22.2 millones de toneladas; México importó 16.5 millones de toneladas, cinco veces más de lo que se produce.
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Según el presidente, esta medida fue pensada para apoyar a los productores mexicanos y evitar que las variedades nativas ancestrales puedan ser contaminadas, pero aún no hay evidencias científicas que respalden esto.

El problema que enfrentan las autoridades es garantizar la demanda. El 75% del maíz amarillo se destina al consumo pecuario, 18% a la industria alminodera y sólo 2% al consumo humano, de acuerdo con información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
El consumo de maíz a nivel nacional fue de 22.2 millones de toneladas
¿Cómo abastecer la demanda de maíz en México?
“Estamos evaluando todas las alternativas. Hay muchas opciones para importar maíz amarillo no transgénico de Estados Unidos”, señaló Víctor Súarez, subsecretario de la Sader para la agencia Reuters.
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Sin embargo, diversas agrupaciones de agricultores estadounidenses han solicitado a su gobierno impugnar este decreto en contra del maíz transgénico. Los productores defienden que este veto va en contra del TMEC y advierten que podría haber un daño económico de miles de millones de dólares para ambos países.
Cada año México importa más de 16 millones de toneladas
“Respetamos y cuidamos el pacto, pero el TMEC no es dios, ni es nuestra Constitución”, señaló Víctor Súarez.
Maizall, una asociación de productores de Brasil, Argentina y Estados Unidos que cultivan el 50% del maíz de todo el mundo, anunciaron que no modificarán sus métodos de producción para adaptarse a estas nuevas demandas del gobierno mexicano.